Para la filmación del clip, Martínez explotó el talento dancístico de la protagonista de Mary Poppins, quien fue la encargada de idear una coreografía, en la cual los actores protagonizan un triángulo amoroso —en el que Mark Tacher es el “tercero en discordia”—, sobre el escenario del legendario Teatro del Pueblo (Teatro Cívico Álvaro Obregón).
“Me encanta que me haya invitado a estelarizar con él este triángulo, es un reto para mí, porque se trata de algo, en cuanto a trabajo, que jamás había tomado parte (sic). Es difícil, porque la mala soy yo. Es muy sensual el baile, tipo tango. A penas voy a conocer a Mark, va a ser ‘hola mucho gusto’ y le doy un beso.
“La pareja somos nosotros (con Martínez) y trabajamos en un espectáculo en el teatro, que es la coreografía. Yo no sé, pero (Mauricio) nos cachó (con Tacher, en una infidelidad) y en el transcurso del baile, la forma en que él (Martínez) me maltrata y no hace la coreografía como debe ser, ahí pienso ‘ya se dio cuenta’”, contó Marroquín.
“La idea fue mía, pues quería hacer algo muy teatral, tipo Chicago y Cabaret. Vestimos a Bianca como una reina, como la diosa que es”, abundó Martínez.
El actor y cantante regiomontano retoma con este álbum su carrera musical: “Son temas para cortarte las venas, pura tragedia, es el lado b, un lado más intenso, dramático. Ya no estoy rasurado, traigo barba. Es como abrazar más al animal que todos llevamos dentro, más cachondo y sensual”, finalizó Martínez.
El videoclip, que contó con la dirección de Armond Cohen (quien ha trabajado con Dan Masciarelli y el grupo Varana), arrancó su filmación desde las 07:00 horas, con un equipo de producción de aproximadamente 30 personas, que concluyó su labor pasadas las 22:00 horas.
Entrevista a Mark Tacher, Mauricio Martines y Bianca Marroquin
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